Hay varios debates en la sociedad que parecen destinados a estallar para siempre. La gran debacle del huevo y la gallina; el sonido de un árbol que cae en un bosque vacío; la capacidad de los animales para ver cosas que los humanos simplemente no pueden. Independientemente de las soluciones que se ofrezcan, siempre hay un contraargumento.
Otra pregunta supuestamente incontestable que puede agregar a esa lista es si el ajedrez se considera un deporte o no. Algunos afirman desafiante que es el deporte más antiguo y sofisticado que existe. Otros sugieren que no es más que un juego de mesa. Veamos la evidencia para ver si no podemos resolver este acertijo de una vez por todas.
El caso de que el ajedrez sea un deporte
El Oxford English Dictionary define un deporte como: “Una actividad que implica esfuerzo físico y habilidad en la que un individuo o equipo compite contra otro u otros por entretenimiento”.
Si tomamos esta definición como un evangelio, sería justo decir que el ajedrez realmente encaja en la categoría de deportes. Los jugadores exhiben algún tipo de esfuerzo físico (aunque mínimo) cuando mueven piezas por el tablero y cierran el cronómetro en partidos profesionales, y también existe el elemento de competitividad cuando una persona se enfrenta a otra.
El caso de que sea un juego
Pero terminar la investigación aquí sería demasiado fácil. El mismo diccionario define un juego de mesa como: “Un juego que implica el movimiento de fichas u otros objetos alrededor de un tablero”.
De repente, queda claro por qué este debate sigue vivo y coleando hoy. El ajedrez se ajusta a esta definición tan bien como a la descripción de “deporte”. Para resolver esto de una vez por todas, debemos profundizar un poco más explorando las vistas de ambos campos.
Deporte vs Juego
Si bien el ajedrez requiere algo de “esfuerzo físico”, es más una combinación de la mente que del físico. Los jugadores deben usar la cabeza para averiguar de dónde viene el próximo movimiento de su oponente y qué pueden hacer para contrarrestar este movimiento. Eso puede parecer más un juego de mesa que un deporte, y es cierto que los participantes de ajedrez no necesitan estar en un estado físico “en forma” para poder sentarse y enfrentarse a un compañero.
Dicho esto, es importante recordar que las tácticas, como las que se usan en el ajedrez, se implementan en muchos deportes en todo el mundo. El fútbol americano es la definición absoluta de un deporte moderno dada su naturaleza robusta, y si bien es un juego innegablemente físico, gran parte de él gira en torno al uso de tácticas para “engañar” a la oposición y salir victorioso. Las tácticas son parte del deporte, y el ajedrez es quizás el juego más táctico que jamás haya existido.
Aquellos que se ríen de la afirmación del ajedrez como un deporte, lo hacen porque tiene la reputación de ser una forma de matar el tiempo cuando el clima hace que jugar al fútbol o al rugby sea imposible. En muchos círculos sociales, el ajedrez se considera un último recurso, algo que tuvo su día bajo el sol hace muchos años y ahora solo lo juegan las generaciones mayores o cuando el clima deja a los imbéciles la oportunidad de iniciar otras formas de actividad física en un campo de deportes.
Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, el ajedrez no es solo un juego que se juega en el interior una tarde lluviosa de domingo por aquellos que están recolectando sus fondos de pensiones. Se juega en todo el mundo por personas de todas las edades en una variedad de niveles diferentes, desde principiantes hasta profesionales, y adopta un sistema de clasificación de jugadores increíblemente similar a los que se usan en tenis, golf o cualquier otro deporte individual. para esa materia. Pero el gran punto a favor de la categoría prodeportiva es el hecho de que el ajedrez ha sido reconocido oficialmente como un deporte por los Juegos Olímpicos desde el cambio de milenio.
El ajedrez es técnicamente un deporte, pero el debate continuará
El ajedrez puede parecer peculiar cuando se coloca junto a los deportes que dominan los titulares en la actualidad, pero en general, hay evidencia que sugiere que merece caer en esta categoría.
Si aún no está convencido de que el ajedrez es un deporte, entonces tal vez debería echar un vistazo al imaginativamente titulado Chess Boxing , donde el cerebro y la fuerza chocan en una combinación de ajedrez y boxeo.